Tinita ya no está, se ha ido para siempre, después de 6 especiales años,ella era la mas especial, bien lo saben los que la conocían, es tanto lo que se ha ido...
No puedo dormir, solo pensar en ti, por eso te escribo unas palabras.
Recuerdo que todo empezó en una caja, y todo terminó en una caja.
Ocurrió tan de repente, te pusiste tan desanimada, escondida debajo de la cama sin querer comer ni beber. Despues de angustias, ecografias, pruebas, análisis, todo apuntaba a un tumor, o dos, esos dos bultos que tan bien definidos vi con mis ojos en la ecografia, esos dos malditos que te quitaron la vida. Si eran de higado, malo, no hay solucion. Habia que abrir para comprobarlo, con la minima esperanza de que no fuera de higado te dejamos en ese lugar que tanto odiais los gatos, con esos señores de bata azul, nosotros llorando, tu agazapada en tu transportin. La ultima vez que te vi con vida. Porque una llamada confirmo lo temido... bueno, no era de higado, pero si de páncreas, ese páncreas, estaba muy avanzado hasta el intestino, era cuestion de dias. Mejor que no despertaras de la operación, ya no habia nada que hacer, prolongarlo solo traeria mas sufrimiento. Quien sabe cuanto tiempo estuviste sufriendo sin decir ni pio, como todos los valientes y estoicos gatos, asi sois.
Lo decia el veterinario: “raro en un animal tan joven, sano, castrado, con buena vida.... pero es como las personas, a unas les toca la mala suerte, y a otras encima esa mala suerte les llega de jóvenes”
Una entre miles, o millones, y te tiene que tocar a ti. Voy a empezar a pensar que lo mio es mala suerte, parece que solo os pasa a vosotros mis niños.
9 de Junio de 06, la ultima vez que te vi, te toqué, te sentí, saliendo del veterinario con una caja que por muy cerrada que estuviera la mente imaginaba tu silueta, eso era lo que quedaba de mi gata, una caja mas pesada que ella y mas pequeña que ella, pero en la cual prácticamente se notaba al tacto que estaba allí, que había algo que horas antes tenia vida, que era mi Tinita, el olor a quirófano se calaba a mis manos.
Ahora yace bajo tierra, dentro de esa caja,ya no siente ni padece, ya no es nada.
Pero anteriormente fue mucho, muchísimo, desde abril del 2000, esa caja que trajo papá con 4 cabecillas maullantes de unos 15 días, huérfanos, pero dispuestos a vivir lo que no vivió su madre. Noches en vela, pero mereció la pena. Los fuimos regalando y de todos ellos,quedo una hembra, la mas cabezona y regordeta de todas, la que se quedaría para siempre con nosotros, nuestra preferida.
Su nombre verdadero: Maggie, pero todos la decíamos “Tinita”, que es un “refundio” entre “gata y pequeñita” Tinita ya eras tú, eres nuestra gata, eras la felicidad de una niña de 13 años que te cuido y te quiso mas que a nadie en el mundo, y que hoy en dia, te sigo queriendo mas que nunca querré a otro ser.
6 años junto a ti, hoy todavía huele la casa a Tinita, por mucho que tu sofá favorito, el tuyo y solo tuyo ( y pobre del que tratara sentarse en él!), esté vacio, tu presencia no se va de nuestras mentes.
Nunca se irá ese carácter tan peculiar, muy de gato pero muy diferente a los otros gatos.
Eras mandona y repartías collejas entre gatos y perros, a ti nadie te podía dominar ni quitar el puesto de princesa. Porque no hace falta tener pedigrí para ser una gata refinada y guapa, tu eras la princesa “Maggie Tinita Telocotuda”, con ese lunar en el morro como las actrices y esos andares de chulería.
Nadie estaba por encima tuya, ni siquiera los humanos. Pero ese respeto hacia los débiles te hacia aun mas especial, pues eres el único gato que ha tenido un pájaro o un ratón en sus garras y no se le ha comido, que se dejaba besar por un periquito, que jugaba con una ninfa o dormía con un patito.
A lo largo de los años han ido entrando y saliendo muchos animales, pero tu has permanecido en tu reino. Y ahora ya no estás.
Ya no volveré a oír a la abuela recitar aquella frase “Ay Tinita que mimosa, siempre en lo alto mi falda llenándome de pelos”,
Ni veré a las gemelas tirarte de los bigotes (cosa que tu permitías compasivamente),
Ni tus cotilleos marujiles en la ventana,
Ni tus restregones en la nevera pidiendo comida,
Ni ese toquecito en la cara con tu patilla a las 7 de la mañana, para que te abriera las
sabanas y te echaras a dormir placidamente a pesar de mi desvelo,
Ni ese bulto con forma de gato bajo la colcha que aparecía cada vez que te apetecía meterte debajo sin descolocar nada abriendo con precisión las sabanas,
Ni esos ataques de locura juguetones que te salían de vez en cuando correteando por toda la casa como un caballo salvaje,
Ni tus blancas patas traseras, la una con una mancha naranja y la otra con una negra,
Ni volveré a decir “Aiss que pija que es madre!”,
Ni te miraras en el espejo para contemplar tu belleza (aiss que pija que es madre!)
No me lo creo, me cuesta asimilar que ya no estas, que faltan estas y otras tantas cosas. ¿Qué sera de nuestra vida sin ti? Dicen que el tiempo lo cura todo, pero ya he pasado por esto otras veces y se que es mentira, cuanto mas siendo tu la que faltas!
Sin nosotros te morías de pena, y nosotros sin ti mas aún.
Contigo prácticamente comenzó todo, y después de ti todo acabará.
Porque siempre serás la mejor, Maggie Tinita Telocotuda, papa, mama, Samu, los otros bichos y yo, nunca te olvidaremos...porque nuestras vidas giraban en torno a ti, tu eras la primera de la casa, algo tan especial como tu es digno de recordar enternamente, aunque ya no estés aquí ni en ese arco iris tan maravilloso que dicen, ya solo estas en el recuerdo, eso si, imborrable.
